Si estás pasando por una etapa en la que te cuesta arrancar, tomar decisiones o simplemente te falta motivación, te recomiendo tener una cornalina pulida cerca. No es solo una piedra bonita: es una chispa de vida.
La carneola —también llamada cornalina— tiene algo especial. No te cambia el día con magia, pero sí te acompaña para que tú misma lo hagas. Es conocida por ayudar a recuperar la energía, a poner en marcha ideas, y sobre todo, a confiar más en ti. Tiene esa vibración cálida que te recuerda lo que vales cuando más lo necesitas.
Tenerla contigo (en el bolso, en el escritorio, o incluso bajo la almohada) puede ayudarte a salir del estancamiento, a centrarte y a tomar acción sin tanto miedo. Además, su textura pulida la hace ideal para sostenerla en meditación o llevar como piedra de bolsillo.
La recomiendo mucho si estás emprendiendo, si estás en proceso de sanar relaciones o si simplemente necesitas reconectar con tu fuerza vital. Es como ese empujoncito amable que te dice: “Tú puedes, sigue”.
2-4 cm.