Este incienso con base de palo santo y lavanda es una invitación a soltar el estrés, limpiar el ambiente y respirar más despacio. La madera sagrada del palo santo actúa como un potente purificador energético, mientras que el aroma suave y floral de la lavanda relaja el sistema nervioso, favorece el sueño y calma la mente.
Cuando lo enciendes, el aire se transforma: la energía se ordena, las tensiones se disuelven y todo parece más sereno. Es ideal para usar al final del día, antes de dormir, en rituales de relajación o simplemente para crear un espacio más amable y tranquilo.
Usos recomendados:
Después de un día agotador o emocionalmente cargado
Antes de dormir o durante un baño relajante
En sesiones de meditación, reiki o yoga
Para armonizar ambientes o habitaciones infantiles
Para personas con ansiedad o sensibilidad alta
Una fragancia que no abruma, sino que abraza.
Un pequeño ritual de autocuidado que puedes repetir siempre que lo necesites.