La piedra luna en bruto tiene una energía suave, pero no por eso menos poderosa. Es una piedra profundamente conectada con lo femenino, lo cíclico y lo intuitivo. Su brillo nacarado y su forma natural sin pulir hacen que su vibración sea aún más pura, más auténtica.
Es ideal para esos momentos en los que sientes que necesitas escucharte más, calmarte y volver a ti. Se dice que ayuda a equilibrar las emociones, regular los ciclos hormonales y conectar con esa parte sabia que a veces queda en silencio entre tanto ruido mental. Si estás en un proceso de transformación, maternidad, cambios emocionales o simplemente quieres cuidarte mejor, esta piedra puede convertirse en tu pequeña guía.
La recomiendo mucho a personas sensibles, creativas o que están atravesando momentos de introspección. También es un excelente acompañante para rituales lunares, meditaciones en soledad o como amuleto para honrar tus fases internas.
No es solo bonita. Es una piedra que te recuerda que cambiar, sentir y fluir es parte de tu poder.
2-3 cm.