La amazonita en bruto es como una bocanada de aire fresco cuando todo parece estar demasiado cargado. Su color verde agua —a veces con matices azulados— transmite paz solo con mirarla, pero su poder va mucho más allá de lo visual: es una piedra que te ayuda a soltar el control, calmar la mente y expresar lo que llevas dentro sin miedo.
Ideal para personas sensibles, creativas o que se ven arrastradas por el estrés emocional o mental. La amazonita suaviza tensiones internas, reduce la irritabilidad y favorece una comunicación más clara y honesta, tanto con los demás como contigo misma.
En estado bruto, su energía es más pura, más directa. La puedes colocar cerca de donde duermes, en tu zona de trabajo o en tu altar. Es perfecta para equilibrar el chakra del corazón y el de la garganta: ayuda a decir lo que sientes sin bloquearte ni explotar.
Es una piedra muy especial si estás aprendiendo a poner límites, a decir “no” con amor o a hablar desde la calma y no desde la herida. También se dice que protege de la contaminación electromagnética, por lo que es ideal para tener cerca del ordenador o el móvil.
Es una piedra suave, sí. Pero también es firme. Te sostiene sin imponerse.
2-3 cm.
